Un día dijimos que a muerte pelearíamos,
aunque la pelea nunca empezó, la muerte llegó,
dura y fría sabiendo quieres eramos llegó
directo hasta nosotros.
Cuando creíamos que todo perfecto estaba,
nunca se pudo concluir con la misma perfección,
ahora tu recuerdo lo llevo en cada trago,
parece que quieres ahogarme con tus recuerdos
agobiarme y tu presencia destruirme,
mas sin embargo el sentimiento pudo más
que la mismísima muerte y este nunca murió.
Por eso es que te llevo aquí adentro,
aunque sea una carga doble,
no me importa tener que hacerlo
si en esto yo encuentro la mayor satisfacción.
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